Saludo del Cardenal Reinhard Marx
Cardenal Reinhard Marx
Saludo para el sitio web de la Federación Bíblica Católica www.c-b-f.org 12 de enero de 2016
"Se debe proporcionar un acceso fácil a la Sagrada Escritura a todos los fieles cristianos" (Dei Verbum, par. 22)
Muy honorables damas y caballeros,
Estimados miembros de la Federación Bíblica Católica,
Les envío mis más cordiales saludos a través del sitio web de la Federación Bíblica Católica y les agradezco su interés en el trabajo del ministerio pastoral bíblico en todo el mundo.
Todo comenzó en 1969 con la fundación de la Federación Bíblica Católica por el Papa Pablo VI. Al día de hoy, esta Federación se ha convertido en una organización que tiene el ministerio pastoral bíblico como su principal preocupación. Su tarea es hoy también, ¡o especialmente hoy! - implementar de manera concreta la visión del Vaticano II, expresada en la declaración: "Se debe proporcionar un fácil acceso a la Sagrada Escritura para todos los fieles cristianos".
Quisiera expresar mi cálido agradecimiento a todas las mujeres y hombres proactivos que asumen la responsabilidad de las diversas tareas en el ministerio pastoral bíblico y que se dedican a este trabajo con gran idealismo y compromiso personal. Mi sincero agradecimiento se dirige también a todos los amigos y benefactores, quienes a través de sus oraciones y sus contribuciones financieras continúan apoyando y promoviendo el trabajo de la Federación.
Muchos han contribuido en el pasado al logro de los objetivos de la FEBIC. Ahora debemos mirar hacia adelante con coraje. Para el futuro, solo puedo desearles que la solidaridad requerida para salvaguardar el trabajo de la FEBIC continúe allí.
¡Es Jesucristo mismo quien desea estar con los hombres, quien desea estar presente de manera salvadora en las familias, en la sociedad! Hagamos posible esta presencia a través de nuestro servicio común a la Palabra de Dios, para que esta Palabra sea y continúe convirtiéndose en la fuente de vida y de esperanza para los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
¡Junto con mi cordial saludo, le deseo a la FEBIC la riqueza de bendiciones de Dios y todo lo mejor!
Reinhard Cardenal Marx
Arzobispo de Múnich y Freising
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